El ser humano creó clases sociales entre los animales

Hoy, en el Día Internacional de los Derechos de los Animales, hablamos con Cristina Casado, responsable de Nutrición de la Unión Vegetariana Española. Nos cuenta todo acerca de los derechos de los animales, de los «usos» que el ser humano vio en ellos y de las clases sociales que construyó en base a eso.

Los derechos de los animales

Seguramente cuando uno piensa en derechos de los animales, el primero que se le viene a la mente es el derecho a la vida. Sin embargo, existen muchos más, como el «derecho a ser respetado» o el «derecho a no ser sometido a malos tratos ni a actos crueles». Parecen cosas muy simples pero, a día de hoy, los animales todavía no gozan de ellos en su totalidad.

¿Cuál es el origen de este cruel trato? Según Cristina Casado, esto posiblemente se deba a un proceso llevado a cabo desde el inicio de los tiempos. Casado hace referencia a cuando el ser humano creó clases sociales entre los animales «en base a las utilidades que vio en ellos debido a sus diferentes características: para comer, para vestir, para experimentar, como transporte, para divertir, para acompañar…”

Esto significa que, tal y como afirma la responsable, cada uno de ellos empezó a contar con derechos muy diferenciados, como si unos fuesen más o menos importantes que otros y tuviesen, por ende, mayor o menor derecho a vivir y a ser tratados con respeto.

Animales como alimento

Hablemos primero de los animales que son destinados a la alimentación y, con ello, privados de su derecho a la vida. Casado tiene claro que el ser humano no necesita arrebatar la vida a los animales para vivir. “Pese a habernos aprovechado de este hecho históricamente, a día de hoy y en una sociedad con acceso a alimentos de todo tipo y que puede elegir, no es solo innecesario sino contraproducente”, mantiene. Sin embargo, la cantidad de población que ingiere carne todavía no disminuye en cantidades considerables.

¿Sería posible minimizar el dolor de estos animales antes del momento del sacrificio? La nutricionista asegura que “puede ser que existan técnicas indoloras o no traumáticas de hacerlo, pero seguro que no son baratas ni rápidas y por tanto, al groso de la industria no le interesa”.

Pero el alimento es solo una de las utilidades que el ser humano ha visto en los animales desde su origen. Vamos a hacer un repaso del resto.

Animales como medios de transporte

Desde el inicio de los tiempos, antes de que los medios de transporte nos pudiesen mover de un sitio a otro, los animales se encargaban de realizar estas tareas. Fueron utilizados durante siglos para llevar todo el peso que los seres humanos depositaban en ellos. A veces su travesía duraba kilómetros y les podía llevar días, años e incluso la vida.

Escogieron a los animales más fuertes y resistentes y les otorgaron esa tarea. Actualmente está muy extendido el término «burro de carga», para definir a aquella persona que sostiene todo el peso de una actividad en concreto. Se hace alusión así a las crueles condiciones que soportaban y que siguen padeciendo estos animales en muchos sitios a día de hoy.

Animales para vestir

Desde la antigüedad, el ser humano también vio en los animales una oportunidad para aislarse del frío. Por eso, empezaron a investigar qué animales podrían ser mejores para extraerles la piel y cubrirse con ellas. Determinaban así, de nuevo, otra jerarquía de animales.

Animales para experimentar

También se ha visto en los animales una oportunidad para investigar aspectos como la reproducción del cáncer o las mutaciones genéticas. Comprobamos, de nuevo, que el trasfondo beneficioso siempre se ve reflejado en el ser humano.

Se estudió previamente qué animales son mejores para cada tipo de experimentos. ¿Has visto que se suelen utilizar ratas y ratones? Esto es debido, entre otras razones, a que son pequeños y manejables.

Animales como entretenimiento

Además de las utilidades antes mencionadas, otra forma de jerarquía es la de los circos con animales. En ellos, tienen cabida desde los más salvajes (como el tigre, el león o la pantera) hasta otros menos agresivos (como los gatos o los cerdos).

Todos ellos son expuestos con el único objetivo de entretener a las personas que pagan por verlos desfilar y actuar.

Cabe destacar que las técnicas que se utilizan para hacer al animal entender qué es lo que el adiestrador quiere de él suelen ser violentas y han sido puestas en jaque muchas veces.

Animales como compañía

Pero el ser humano también ha decidido qué animales merecen hacernos compañía. Estos tienen la ventaja de que no han sido seleccionados para ser comidos, abrigarnos, hacer piruetas, trasportarnos o servirnos de experimento.

Los hemos considerado «animales de compañía», por lo que forman parte de la punta de la pirámide de las clases sociales de los animales.

Y tú, ¿crees que el ser humano ha creado clases sociales entre el resto de seres vivos?

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